LA BIPOLARIDAD COMO SE TRATA Y COMO AFECTA A LOS FAMILIARES.
- Tu coaching espiritual
- 24 oct 2018
- 7 Min. de lectura
Convivir con una persona con trastorno bipolar puede ser muy complicado, sobre todo si es alguien muy cercano. Hay muchos factores que pueden influir en su estado y tú podrías ser de gran ayuda.
Que es el trastorno bipolar:
El trastorno bipolar, también conocido como trastorno afectivo bipolar (TAB) y antiguamente como psicosis maníaco-depresiva (PMD), es un conjunto de trastornos del ánimo que se caracteriza por fluctuaciones notorias en el humor, el pensamiento, el comportamiento, la energía y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria.
La persona afectada por este trastorno alterna su estado de ánimo entre la manía o hipomanía —fase de alegría, exaltación, euforia y grandiosidad— y la depresión, con tristeza, inhibición e ideas de muerte.
Se han definido cuatro tipos de trastorno bipolar de acuerdo con la severidad y alternancia de estados de ánimo en el tiempo:
- trastorno bipolar tipo I,
- trastorno bipolar tipo II,
- ciclotimia y trastorno
- bipolar inespecífico

Debido a que el trastorno bipolar se presenta en adultos jóvenes, conlleva un alto costo social, siendo la segunda causa de discapacidad laboral a nivel mundial; además, quienes lo padecen presentan un riesgo mayor que la población general de mortalidad por suicidio,
homicidio, accidentes y por causas naturales como las enfermedades cardiovasculares.
Trastorno bipolar tipo I
El trastorno bipolar tipo I se da en aquellos individuos que han experimentado un episodio maníaco añadido a un episodio depresivo (de acuerdo con el DSM-IV-TR). Es frecuente que los sujetos también hayan presentado uno o más episodios depresivos mayores.
Para el diagnóstico de esta modalidad de acuerdo con el DSM-IV-TR son necesarios uno o más episodios maníacos o mixtos.
No es necesario que exista un episodio depresivo como requisito para el diagnóstico, aunque frecuentemente aparezca.
Trastorno bipolar tipo II
El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por episodios de depresión mayor así como al menos un episodio hipomaníaco. Los episodios de hipomanía no llegan a los extremos de la manía (es decir, que no provocan alteraciones sociales u ocupacionales y carecen de rasgos psicóticos). El trastorno bipolar tipo II es mucho más difícil de diagnosticar, puesto que los episodios de hipomanía pueden aparecer simplemente como un periodo de éxito con alta productividad y suele relatarse esto con menos frecuencia que cuando se sufre una depresión.
Pueden aparecer síntomas psicóticos durante los episodios de depresión mayor, pero nunca en episodios hipomaníacos. Para ambos trastornos existe un cierto número de especificadores que indican la presentación y el curso del trastorno, entre otros el de "crónico", "ciclado rápido" (cuando aparecen 4 o más episodios en el transcurso de un año), "catatónico" y "melancólico".
Trastorno bipolar tipo III
Basado en la concepción de la bipolaridad, en 2005 el Dr. Hagop Souren Akiskal sugirió el nombre del trastorno bipolar para referirse a pacientes que presentaban demencia temprana con inestabilidad anímica, desinhibición sexual, agitación y conducta impulsiva.
El trastorno bipolar geriátrico, es la aparición de la enfermedad del trastorno bipolar en pacientes de edad avanzada de más de 50 años de vida, donde los mecanismos cerebrales que regulan el estado de ánimo se encuentran alterados, ya sea de manera estructural por
herencia poligénica en los mecanismos cerebrales que regulan los estados de ánimo aunado a factores ambientales externos (fármacos, alteraciones hormonales, drogas, estrés), o bien por lesión cerebral provocando el trastorno bipolar de inicio tardío.

Ciclotimia
La ciclotimia implica la presencia o historial de numerosos episodios de hipomanía, intercalados con episodios depresivos que no cumplen completamente los criterios para que existan episodios de depresión mayor. La idea principal es que existe un ciclado de grado bajo del estado de ánimo que aparece ante el observador como un rasgo de la personalidad, pero que interfiere con su función.
Hay variaciones de este trastorno. Los estados de ánimo cambian rápidamente (en un año se pueden manifestar entre 4 o más cambios de ánimo) como también pueden cambiar lentamente. Una vez estabilizado el paciente se reencuentra con su vida social, laboral, e incluso afectiva, evitando escaparse de sí mismo y de su entorno, para así estar en convivencia con su pareja, amigos y familiares.
En términos psiquiátricos, esto se llama ciclos rápidos o acelerados y ciclos lentos, respectivamente. Los ciclos ultrarrápidos, en donde el ánimo cambia varias veces a la semana (o incluso en un día), suelen ocurrir en casos aislados, pero es ciertamente una variable real del trastorno. Estos patrones de cambios de ánimo son asociados con ansiedad y altos riesgos de suicidios.
Algunos estudios han sugerido una relación correlativa entre la creatividad y el trastorno bipolar. Con todo, la relación entre ambas todavía permanece incierta. Hay un estudio que muestra un incremento en la creatividad, con lo cual el individuo logra obtener ciertas metas y objetivos.
Trastorno bipolar no especificado: El trastorno bipolar no especificado es un "cajón de sastre", diagnóstico que se utiliza para indicar afecciones bipolares que no encajan en
otras categorías diagnósticas. Si un individuo parece sufrir claramente de algún tipo de trastorno bipolar pero no cumple los criterios de alguno de los subtipos mencionados más arriba, se le asigna el diagnóstico de trastorno bipolar no especificado. Aunque los pacientes, por lo general, acudirán en busca de ayuda en fase depresiva, es muy importante averiguar a partir del paciente o de la familia de este, si alguna vez se ha dado algún episodio de manía o hipomanía mediante una cuidadosa interrogación. Esto evitará un diagnóstico equivocado de trastorno depresivo y evitará el uso de antidepresivos que pueden desencadenar un cambio a manía o hipomanía o inducir un ciclado rápido.

El trastorno bipolar es una enfermedad grave del cerebro. También se conoce como enfermedad maníaco-depresiva o depresión maníaca. Las personas con trastorno bipolar tienen cambios inusuales en el estado de ánimo. A veces se sienten muy felices y “animados” y son mucho más enérgicos y activos de lo habitua El trastorno bipolar es aquel en el que la persona presenta alteraciones de estado de ánimo que se manifiestan en episodios de manía (o hipomanía) seguidos de episodios depresivos (o mixtos).
¿Cómo tratar a una persona con trastorno bipolar?
Para empezar, debemos entender lo que es este trastorno, cuáles son las patologías y características que presenta tu compañero para poder mostrar empatía. Sin empatía es mucho más sencillo que surjan los conflictos. Es fácil frustrarse si en primer lugar tratas de entenderlo a él, pero también es muy importante conocerlo bien, hacerlo sentir cómodo, apoyarlo en todo momento y vigilar que se tome su medicación.
Probablemente, tú seas su principal centro de apoyo, y cómo se sienta él dependerá en muchas ocasiones de cómo te sientas tú. Trata de ser positivo, de evitar discusiones y establecer determinadas pautas en el comportamiento de la relación.
Por otro lado, necesitarás conocer cómo debes comportarte cuando tu compañero presente un episodio de crisis. Así evitarás situaciones que agraven su estado, tratando de reducir las posibilidades de daño. Por ejemplo, mantenlo alejado de sustancias que le afecten.
En sus fases depresivas debes fomentarlo a realizar actividades físicas o de su agrado y dispensarle cariño. Del mismo modo, en sus cambios más bruscos de humor, debes tratar de transmitirle tranquilidad, fomentando una rutina que le transmita estabilidad.
Lo más complicado es controlar tu equilibrio emocional cuando tu compañero manifieste sus facetas emocionales más irascibles.
Comprende que algunos de sus comportamientos están relacionados con su enfermedad.
Debe notar que le necesitas, tu disposición a ayudarle, pero sin que ello se traduzca en responsabilizarte de su vida o convertirlo en una víctima. Incluso, si los dos están de acuerdo, pueden participar en sus psicoterapias o consultar a un profesional por tu propia cuenta si la situación se torna más difícil.
El trastorno bipolar o enfermedad maníaco –depresiva se presenta de formas diversas en la clínica y se caracteriza por las alteraciones del estado de ánimo , la intensidad emocional ante situaciones de la vida que lleva a estos pacientes a presentar una desregulación emocional que condiciona sus vidas y su funcionamiento psicosocial.
La frecuencia con la que se presenta acompañada de otros trastornos ( trastornos de ansiedad , abuso de sustancias , trastornos de personalidad, trastornos del comer etc. ) hace necesario un riguroso diagnóstico para poder determinar la estrategia terapéutica adecuada.
Resulta indispensable la inclusión de la familia y la red social no sólo en la etapa aguda y en las fases diagnósticas o en etapas de crisis sino en el acompañamiento permanente para poder entender que ésta es una enfermedad crónica y que la estabilidad y la recuperación funcional requieren del cumplimiento de un tratamiento global a largo plazo.

El tratamiento incluye la información sobre la enfermedad y el cumplimiento del tratamiento farmacológico pero también la regulación de hábitos y el entrenamiento para prevenir recaídas y fundamentalmente para lograr la recuperación funcional del paciente en las etapas de estabilidad y mantenimiento donde sentirse bien es una tentación para abandonar el tratamiento ,un camino recorrido que no termina allí y
que resulta difícil de sostener .Los pacientes y sus familias necesitan acompañamiento y estrategias para sostener la mejoría , prevenir recaídas y recuperar su vida cotidiana , aprendiendo a manejar las situaciones de stress o la desregulación de hábitos así como la necesidad de mantener la medicación a pesar de sentirse estables.
Muchos pacientes, sin embargo, a pesar de no presentar síntomas de depresión o de manía o hipomanía o síntomas que sufrieron en las etapas agudas, como la irritabilidad, o el insomnio, sienten que su capacidad intelectual y creativa no es la misma que tenían y lo atribuyen al tratamiento farmacológico. Muchas veces presentan síntomas residuales que les impiden desempeñarse en áreas intelectuales, académicas o personales de forma adecuada.
Las nuevas investigaciones apuntan a remediar estos efectos de la enfermedad para que los pacientes puedan recuperar su funcionamiento psicosocial, su capacidad cognitiva y mejorar su calidad de vida.
Se debe considerar también al trastorno bipolar como una enfermedad multisistémica, una enfermedad de la mente y del cuerpo, dado que existe mayor riesgo de desarrollar enfermedades clínicas, como las enfermedades cardiovasculares y este riesgo se presenta muchas veces allá pesar de los tratamientos farmacológicos para el trastorno bipolar.
Por esta razón es necesario cuidar la calidad de hábitos en los pacientes, evitando los factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo, tabaquismo y control de las variables clínicas como la tensión arterial y la glucemia entre otras.
El desafío que presenta el trastorno bipolar es poder realizar un tratamiento personalizado, ayudar a los pacientes y a sus familias a mantener la continuidad de las estrategias terapéuticas y recuperar la capacidad funcional.

El tema es muy amplio,serio y complicado. Les acerco bibliografía para el que le interese profundizar en el tema. Ser bipolar puede tratarse pero mientras no se lo haga puede producirse un caos tanto para la persona que la padece como para los que los rodean.
La ciencia avanzado mucho en eso. Y en cuanto a la espiritualidad, general la empatía suficiente como para poder llevarlo de la mejor manera posible. Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco nadie dijo que fuera imposible.
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